Hace unas semanas estaba en Praga asistiendo a la conferencia de la Sociedad Europea de Biología Evolutiva (ESEB, por las siglas en inglés). La ESEB es una conferencia gigante, se lleva a cabo cada dos años rotando entre países. Este año la organizó República Checa y asistieron más de 1600 científicos de todo el mundo. Allí esperaba encontrarme, como siempre, con amigos y colegas, y pasar cinco días hablando de ciencia. Pero, para lo que no estaba preparada era para semejante papel que los estudiantes colombianos jugarían en esta conferencia.
Les cuento. Estaba caminando por el centro de conferencias cuando veo un poster anunciando los ganadores del premio John Maynard Smith. Este es un premio que se da cada año a un investigador/a joven con aportes sobresalientes a la biología evolutiva. Y qué sorpresa, ahí estaba la foto de Camilo Barbosa, un viejo amigo colombiano que conocí mientras hacíamos el doctorado en Alemania. En seguida le escribí para felicitarlo y tomarle la foto correspondiente en frente del póster de los premios. Y ahí llegó la segunda sorpresa. Camilo me contó que las otras dos ganadoras del premio también eran colombianas, Stefany Moreno-Gámez y Catalina Chaparro Pedraza.
Pues sí señores y señoras, los mejores biólogos evolutivos de los últimos tres años son, como nos gusta decir, de la tierrita.
¡A ver, esto es una cosa maravillosa! Pongámoslo en contexto de nuevo. Tres estudiantes educados en Colombia, salen a hacer doctorado en diferentes partes del mundo, son nominados al premio más importante para investigadores jóvenes en biología evolutiva, y se lo ganan, ¡tres años seguidos! Ah, ¡¿Qué tal esto?!
El premio viene acompañado de a) 15 minutos de fama dando una charla sobre su investigación a los 1600 asistentes a la conferencia, b) la invitación a escribir un artículo de revisión en la Revista de Biología Evolutiva, c) €2.500 (a ver si invitan un cafecito), y, en mi opinión, el premio mayor: d) seis meses en el Wissenschaftskolleg en Berlín. Este es un instituto de estudios avanzados dedicado a brindar el espacio y los recursos a intelectuales de las ciencias sociales y naturales para desarrollar sus ideas y proyectos. Muchos pobres mortales como yo, hemos aplicado a estadías en ese instituto y no nos han aceptado… pero dejemos las lágrimas para otro día.
Y, como todo siempre puede ser mejor, al cierre de la conferencia, cuando estábamos a punto de despedirnos de la bella Praga e irnos de vuelta al pedacito del mundo desde el que hacemos ciencia, el premio al mejor poster se lo llevó otra colombiana, Juliana Rodríguez.
Yo sólo me pregunto dos cosas:
¿Qué les dieron de comer a estos chicos para que salieran así de pilos?
¿Cómo hacemos para que estas historias lleguen a nuestros estudiantes en Colombia que justo ahora se preguntan qué tan competitivos pueden ser en campos como la biología evolutiva?
— Luisa F. Pallares
Tübingen (Alemania), 7 de septiembre de 2022

¿De quién estoy hablando?
Juliana Rodríguez (ganadora al mejor póster de la conferencia 2022) estudió Biología y Microbiología en Los Andes e hizo su maestría en la Universidad de Groningen y la Universidad de Múnich (LMU).
Catalina Chaparro Pedraza (ganadora del premio JMS en 2022) es bióloga e ingeniera ambiental de la Universidad de Los Andes, hizo su doctorado en la Universidad de Amsterdam y ahora, con una beca Marie Curie es investigadora post-doctoral en Suiza.
Stefany Moreno-Gámez (ganadora del premio JMS en 2021) estudió Biología en Los Andes, hizo su doctorado en la Universidad de Groningen en Holanda y el ETH en Suiza, y ahora es investigadora postdoctoral en el MIT, en Estados Unidos.
Camilo Barbosa (ganador del premio JMS en 2020) estudió Microbiología en Los Andes, hizo su doctorado en la Universidad de Kiel, en Alemania, y actualmente, con una beca DFG hace investigación postdoctoral en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.
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